Una obra de arte puede ser cualquier cosa (o por qué no nos visitan civilizaciones extraterrestres)

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ahora parece que se le ha sumado Andalucía. Y me alegro. Me cansa esa fiesta en la que no se hace nada productivo y donde la excusa de la tradicción se utiliza para cometer las atrocidades más propias de la edad media que del siglo en el que vivimos. Los puntos defendidos por los taurinos han sido mil veces rebatidos y puestos en ridículo por los que nos oponemos a esta barbarie.

Sin duda, de lo que más gracia me hace de los defensores de la tauromaquia es su manía de llamar arte a cualquier cosa. Arte puede ser esto, esto y esto, pero nunca jamás esto (por cierto, si nunca habíais visto los vídeos que os he puesto es una buena ocasión de hacerlo).

Pero no quería escribir sobre las corridas de toros (ya que todo este tema está muy trillado), sino de cómo el arte puede estar en cualquier cosa, como por ejemplo, un juego. Sí, un simple juego de flash, le da mil patadas a las corridas de toros. En mi opinión, un juego de flash de 0.64 MB tiene más fundamento, arte y belleza, que el maltrato y el asesinato de un animal.

El juego en cuestión es Immortall y os recomiendo que lo juguéis YA. No tiene unos gráficos acojonantes (lo siento, no podréis ver los reflejos en vuestra pupila que a su vez se refleja en la pupila de otro personaje), no tiene una banda sonora espectacular (como sí la tienen Legend of Zelda y World Of Goo, que son descargas obligadas), ni tiene un modo multijugador online. Entonces, ¿qué tiene que lo hace tan bueno en mi opinión? La historia. La manera en que está contada, lo sutil que es y lo real que me parece…

En este instante ya deberías haberlo jugado y haberlo completado, si no lo has hecho, vuelve atrás y juégalo YA. Bien. Historia: un extraterrestre llega con su nave a la tierra. Una chica lo ve y le gusta. Le da comida y se hace su amiga. Su familia lo conoce y también le gusta (estilo ET). Pero como los seres humanos somos como somos, pues nos da miedo, porque no es como nosotros. Y nos lo cargamos. El extraterrestre intenta proteger a sus amigos humanos de los disparos del ejército pero al final (y esa es la gracia del juego) el personaje muere.

Da igual lo rápido que corramos, lo que nos escondamos o cómo nos movamos. Los controles son simples: derecha e izquierda, pero el final siempre va a ser el mismo, que el extraterrestre muera. Una pregunta rápida, ¿alguien más piensa que si eso pasara en el mundo real, ese sería nuestro modo de actuación? Obviamente, en el juego está exagerado, pero yo me lo imagino parecido.

Resumiendo, una historia preciosa, en un juego muy sencillo. Arte en estado puro. Y sin matar a una criatura elegante donde las haya y con una belleza, que algunos se empeñan en decir que sólo se ve cuando está en una plaza.

Y una polla.